En 2003, me hundí en el África oscura y dibujé algo de lo que sentía y veía, estando en tierras movedizas; estas crónicas, sin intención de serlo, me sirvieron para llegar en palabras negras sobre mi fondo blanco, a mi Padre, familia y amigos... Y me forzaron a hundirme en el barro y liberar sentimientos al desnudo sin mirarlos; mientras, el tiempo marcaba las letras con muerte y vida, inundado con la esencia paradójica africana, del caos y el ritmo de tronco hueco en armonía. rumifilo©